La diálisis y su función.Los riñones, por así decirlo, son maquinarias que purifican la sangre. Además, son los encargados de regular la cantidad de agua o la sobrante en el cuerpo, reteniendo la mayor cantidad.
Esta función va muy unida a la regulación del contenido en electrolitos de la sangre como ocurre con el sodio y el potasio.
Estas no son las únicas funciones de este órgano. También participa en la fabricación de glóbulos rojos y en el control de metabolismo óseo y en la conversión de la vitamina D, entre otras muy importantes.
Cuando este órgano falla, todas estas funciones se van perdiendo por una insuficiencia renal, ya sea crónica o aguda y no se eliminan las toxinas adecuadamente.
Esto quiere decir que el organismo no responde ante un exceso o déficit en el aporte de agua, sodio, potasio, fósforo, etcétera.
De acuerdo con el nefrólogo Nelson Campusano, quien brinda sus servicios en el Hospital Luis Eduardo Aybar, cuando una persona ha perdido el 90 por ciento de la función renal, se le considera un enfermo de insuficiencia renal crónica, el cual tiene que someterse al procedimiento de la diálisis, un filtrado artificial de la sangre que elimina los productos de desecho y equilibra los niveles de líquidos en el cuerpo.
Este tratamiento, además de utilizarse en pacientes que padecen de insuficiencia renal, también se utiliza cuando la persona ha tenido un accidente que ha privado al riñón de sus funciones.
Según el especialista, antes de realizar una diálisis es fundamental controlar la presión sanguínea, la temperatura, la frecuencia cardíaca y respiratoria, el peso, hacer una evaluación del tórax y un examen del acceso venoso.
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