
SANTO DOMINGO. Felipe Polanco intentó en más de una ocasión quitarse la vida cuando ésta dependía del alcohol. En una ocasión tomó su pistola para esos fines, pero no lo hizo, porque, según él, Dios intervino.
El famoso cómico y productor de televisión lleva hoy otra vida. Su conversión a Cristo lo ha hecho un hombre nuevo y desde 1999 propaga la palabra de Dios en privado y públicamente. Precisamente por eso creó su show "Dios me ha hecho reír", una apuesta de humor, en la que, junto a su familia, relata la desordenada vida que exhibió durante años.
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