Los recuerdos negativos se pueden borrar.Redacción Internacional.- El Trastorno de Estrés Postraumático (TEP), que se calcula sufre en algún momento de su vida una de cada diez personas en el mundo, es una enfermedad conocida desde la antigüedad, pero a la cual se le ha dado nombre y aplicado tratamiento hace tan sólo tres décadas.
Consiste en una serie de secuelas y trastornos psicológicos y psiquiátricos, a veces de profundo calado y efectos permanentes, que desencadenan los hechos de violencia, tanto en las víctimas directamente afectadas como en sus familiares o entorno más próximo.
Hace cientos de miles de años podía deberse al ataque de un tigre “dientes de sable” o un oso cavernario, al combate con los miembros de otra tribu por la posesión del fuego, a los estragos de una peste o al traslado.
Ahora, el TEP “de origen humano” puede deberse a las guerras, a los atentados terroristas, así como a otras expresiones de violencia individual muy extendida: como los maltratos domésticos y la violencia sexual.
Ahora, según investigadores en Estados Unidos, las vivencias aterradoras que causan daño psicológico y pesadillas en quienes las experimentan, podrían modificarse antes de que se asienten en la memoria con una innovadora psicoterapia, denominada “extinción”, basada en técnicas de condicionamiento.
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